Durante el Siglo XX fueron muchas las mujeres que dejaron un legado feminista y liberador. Pioneras en la lucha por la igualdad, sentaron las bases para los cuestionamientos de la actualidad.
El 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras, una jornada de huelga feminista, en denuncia contra las desigualdades y las violencias patriarcales.
En Argentina, el desarrollo capitalista en los comienzos del Siglo XX hizo que cada vez más personas ingresaran a un mercado laboral que aún no tenía leyes de protección para los trabajadores y las trabajadoras, evidenciando las desigualdades existentes en la sociedad de la época. La llegada de las mujeres a las fábricas y talleres fue un cimbronazo en la vida obrera.
Fue en este contexto donde muchas mujeres salieron a la escena pública a través de su integración a la política partidaria. En la historia del Partido Socialista dos hechos marcan este quiebre, la fundación del Centro Socialista Femenino y la Unión Gremial Femenina, lugares de militancia en defensa de la mujer, el derecho al sufragio, los derechos laborales, la salud y la educación pública. Es a través de estos espacios donde se empiezan a pensar normas que protejan a las mujeres, los niños y las niñas.
Alicia Moreau
Feminista de vanguardia, nació en Londres en 1885 y llegó a la Argentina cuando tenía tan solo cinco años. Desde muy joven se involucró en la política, mientras estudiaba para convertirse en la segunda médica del país. Se especializó en enfermedades femeninas, atendió un consultorio gratuito y enseñó en la Universidad de La Plata.
Fundó el Ateneo de Mujeres que realizaba publicaciones de avanzada para la época. Desde sus inicios, asumió un compromiso intenso con los derechos humanos, en especial en los referidos a las mujeres.
En 1921 se afilió al Partido Socialista y se incorporó al Comité Ejecutivo, en el que tendría a su cargo la coordinación de las agrupaciones feministas socialistas. Su tarea fue fundamental para la obtención de los derechos de la mujer. Fue una de las pioneras en la lucha por el voto femenino y en 1932, elaboró un proyecto de ley que fue presentado por el diputado socialista Mario Bravo.
Su paradigma se cimentaba en la honradez, el trabajo y la justicia. Alicia Moreau fue una adelantada a su época, y hoy es recordada como una militante que se atrevió a desafiar el orden social asignado a las mujeres por el patriarcado.
Pero ella no fue la única voz denunciadora de la época. Es importante recordarla junto a otras mujeres que dejaron como herencia una conciencia de lucha.
Gabriela Laperriere
Nació en Francia, marcada por el clima revolucionario de la Comuna de París. A los 23 años emigró a Argentina, siendo una joven maestra y periodista, que ya había trabajado en distintos medios gráficos.
En Argentina, Gabriela se incorporó al mundo de la lucha obrera, mediante su labor como funcionaria pública a través de la que denunció las condiciones de vida y de trabajo de las mujeres.
En sus recorridas pudo evidenciar las condiciones de vida inhumanas, la falta de instalaciones para la higiene y la salud, la mala alimentación, la falta de electricidad y la pobreza extrema.
Como resultado de esta experiencia redactó el proyecto de ley de Protección del trabajo de las mujeres y los niños en las fábricas. Esta iniciativa sería llevada al Congreso por Alfredo Palacios, en cuya campaña como legislador porteño, Gabriela participó activamente.
Carolina Muzzilli
Obrera textil, militante del socialismo, periodista y feminista. Nació en Buenos Aires el 17 de noviembre de 1889. Desde su afiliación al Partido Socialista, inició una gran labor como investigadora de las condiciones de trabajo de las mujeres, y su comunicación en innumerables asambleas y reuniones y por medios escritos se hizo permanente: dirigió el periódico Tribuna Femenina, colaboró asiduamente con La Vanguardia, hizo contribuciones en congresos y escribió textos fundantes del feminismo en Argentina: “El divorcio”, “La madre obrera”, “El menor obrero”, entre otros.
La información que proporcionaba en sus intervenciones públicas y en artículos, folletos y libros sirvió para que Alfredo Palacios pudiese denunciar ante el Parlamento la situación de opresión e inequidad a la que eran sometidas las trabajadoras.
También le preocupaba la desigual retribución del trabajo en perjuicio de las mujeres, la relación de las mejoras tecnológicas con la incorporación de estas a los talleres y fábricas.
Sus aportes fueron valorados hasta por quienes no compartían sus ideas políticas, y aunque murió muy joven, a los 28 años, dejó un legado fundamental para el feminismo nacional.
Fenia Chertkoff
Fue maestra, escultora y militante feminista. Junto a sus hermanas, Adela y Mariana, tuvo una importante militancia en el Partido Socialista y fue parte del Centro Socialista Femenino. Impulsó la creación de bibliotecas, creó el Comité Pro-Reglamentación del Trabajo de las Mujeres y los Niños y participó en las primeras huelgas de obreros, contribuyendo con su accionar a la sanción de leyes como el descanso dominical.
El reconocimiento de estas pioneras no cambia la historia actual de discriminación salarial, desigualdad en las tareas de cuidado y la dificulatad que atraviesan las mujeres y diversidades en el acceso a ciertos trabajos. Sin embargo, es una condición necesaria crear conciencia a través de nuestra historia para retroalimentar así el proceso de avances normativos que necesitamos en la actualidad.