Ayer, 22 de octubre de 2020, las dos cámaras de la legislatura santafesina dieron sanción a la ley de paridad, un hito que marca una nueva conquista en los derechos políticos de las mujeres y diversidades de género, y que jalona el largo camino que su lucha recorre hacia la igualdad efectiva.

La participación política justa e igualitaria de las mujeres siempre fue una bandera del Partido Socialista, organización política pionera en impulsar el voto femenino, y en sumar mujeres militantes y dirigentes a sus filas desde su origen en 1896. Las mujeres socialistas participaron ya en 1910 del célebre Congreso Internacional Femenino en Buenos Aires, donde una joven Alicia Moreau animó discusiones en torno a la participación de las mujeres en todos los ámbitos, entre ellos la ciencia y la medicina, además de la política.

Desde que la universalidad del voto incluyó finalmente a las mujeres, en 1947, las socialistas no hemos dejado de avanzar junto a las compañeras de otras organizaciones políticas y sociales, en una lucha que en pocas décadas nos ha permitido ganar muchos espacios, pero que todavía es insuficiente, como lo muestran contundentes evidencias. Son hombres quienes dominan las fotografías de cumbres de países, de encuentros entre gobiernos y empresas, entre gobernadores, entre rectores de universidades, entre asociaciones profesionales y organizaciones sociales. Son hombres quienes negocian la salida de los conflictos bélicos, las paritarias, las estrategias de gestión de la pandemia. Hace tiempo que esta situación empezó a cambiar, pero tiene que cambiar más rápido.

En 1991 Argentina fue pionera en la sanción del cupo femenino dando la posibilidad a que el 30% las mujeres podamos acceder por primeva vez en la historia a lugares de poder que la democracia tenía reservados solamente a los varones. Eso día no sólo se abrió la posibilidad de que muchas mujeres se vuelquen a la política sino de sancionar leyes mucho más democráticas, que tienen que ver con la ampliación de derechos. Sin embargo, la ley de cupo resultó un techo para todas las mujeres y nos sigue limitando en el ejercicio de nuestra vida democrática. Llegamos así al año 2017 que Argentina sanciona la ley de paridad y se suma así a una larga lista de países que tenían esa reglamentación a partir del Consenso de Quito de 2007.

En Santa Fe fueron varios los proyectos para lograr una ley de paridad. Tres medias sanciones preceden el proyecto votado ayer, siempre de la cámara de Diputados. En 2018, el poder ejecutivo hizo suyo este reclamo y envió un mensaje, incluyéndolo en el período de sesiones extraordinarias. Las y los socialistas fueron protagonistas de esos procesos que quedaron en el camino. Pese a la permanente militancia del tema realizada por el movimiento de mujeres en sus colectivas y en el seno de sus partidos, la paridad en Santa Fe seguía como una deuda de la democracia.

Es en esta nueva cámara, con 14 legisladores y legisladoras socialistas, y con 8 diputadas, que la ley de paridad se convierte en realidad en Santa Fe. Para este logro media, sin duda, el avance de la valoración de la igualdad de género en la sociedad toda, fruto de la incansable tarea del movimiento feminista y de su movilización y protagonismo político. Es en la calle que las mujeres han recuperado desde 2018 la fuerza que le faltaba a la política construyendo agencia, mística, recambio generacional, e impulso transformador. En ese mosaico multicolor las socialistas tienen un rol protagónico.

En el VI Congreso Extraordinario del Partido Socialista 2019, se modificó la carta Orgánica Nacional para establecer, tras años de reclamos, la igualdad de representación de géneros en todos los cargos partidarios y candidaturas.

En 2020, el recorrido de la paridad reinicia su marcha. Se presenta un proyecto desde nuestro bloque y acompañado por todas las mujeres del frente progresista y legisladores del interbloque y de otros bloques. Entra así una vez más el tema a la arena política santafesina. Otro proyecto se suma con media sanción desde el senado. El debate por la paridad se instala nuevamente y empieza un largo camino que incluyó numerosas reuniones con la colectiva Mesa por la Paridad, que suma a mujeres de todos los partidos políticos de nuestra provincia y otras militantes sociales sin afiliación partidaria, así como Ojo Paritario, una organización nacional que trabaja por la concreción y cumplimiento de la normativa de paridad de género en la Argentina. También se concretan reuniones de las legisladoras con las compañeras de Juventudes, con autoridades de gobiernos locales y concejalas del PS, y reuniones departamentales con militantes y afiliadas, a la vez que se va delineando la labor legislativa en el bloque, el interbloque, la cámara de diputados y diputadas y con el senado.

Llegamos así en octubre y la paridad es Ley en Santa Fe. Los consensos alcanzaron esta vez para sacar Ley, para contar con esta herramienta que nos tiene que ayudar para acelerar los cambios e ir hacia la igualdad efectiva.

Queda sin duda mucho camino por delante, pero hoy tenemos un avance más.