Argentina vive una situación de gran complejidad, agravada por los efectos de la pandemia, que ha profundizado aún más la desigualdad y la recesión económica que veníamos arrastrando desde hace ya muchos años, lo que se traduce en mayores índices de pobreza, indigencia y desempleo.

Las sucesivas crisis que venimos padeciendo debilitan la confianza de los argentinos en la capacidad y la fuerza de la Nación.

Esta situación no puede ser superada por un solo partido ni sólo por los partidos políticos.

Resulta imprescindible estructurar una amplia mayoría para pensar y avanzar en la reformulación de la Nación desde las bases hasta los más altos niveles de decisión. Esto significa descentralizar el Estado y lograr que toda iniciativa o cambio se nutra de la participación ciudadana en todos los niveles institucionales.

Hoy vivimos como consecuencia de erróneas concepciones políticas, enfrentamientos que empeoran la situación existente y que solo sirven para confundir al que trabaja, al que produce o al que enseña. Hay que entender que no se trata de polarizar la democracia sino de enriquecerla.

Sin embargo, entre nosotros hay grandes recursos para transformar la realidad. Esas fuerzas transformadoras están en el seno de la sociedad y todos tenemos la obligación de canalizarlas hacia el logro de un objetivo central, CONSTRUIR LA NACIÓN.

El Partido Socialista ratifica la necesidad de diálogo, al que debe convocar el Gobierno Nacional ya que éste representa la voluntad soberana del Pueblo. El diálogo debe incluir a los distintos sectores económicos y sociales, organizaciones políticas, académicas y actores sub nacionales para comprometernos a encontrar caminos posibles para los argentinos.

¿Es acuerdo, diálogo, concertación? Del diálogo surgirán los acuerdos posibles. Pero ello sólo ocurrirá si es posible generar un ambiente de confianza en un contexto democrático para que los instrumentos económicos, sociales y políticos que se propongan tengan credibilidad.

No se puede pretender estabilizar la macroeconomía ni cohesionar a la sociedad en torno de proyectos comunes al margen de estos valores.

La pretensión del socialismo no es desarrollar un plan de gobierno alternativo, sino propiciar la creación de un Consejo Económico Social y Político, en el cual el diálogo sea el mecanismo de construcción de los consensos necesarios.

Frente a las urgencias que la actual situación plantea a los argentinos, ponemos a la consideración de la sociedad una serie de propuestas conceptuales que deberían servir para la búsqueda de acuerdos mínimos.

1. Ratificar la vigencia del Estado de Derecho y la centralidad política de los DDHH.
Debatir abierta y sinceramente sobre cómo se distribuyen los costos de la crisis actual,
donde definitivamente el que más tiene más paga.

2. Establecer diseños de política económica con un mercado interno sólido y con competitividad externa. Lograr que la capacidad de ahorro nacional se vuelque en inversiones en el País.

3. Fortalecer un Sistema Público de Salud garantizando el derecho en su acceso universal a todos los argentinos desde una mirada integral y humanizada. Los medicamentos deben ser un bien social.

4. Lograr una Educación Pública innovadora, creativa, capaz de abordar los cambios de su época. Que incorpore principios éticos para resolver problemas biológicos, ambientales, del trabajo, productivos, tecnológicos y vinculares. De soñar y construir una nueva sociedad, para un futuro más igualitario, inclusivo y con mayor movilidad social.

5. Defender el trabajo registrado, incorporando los trabajadores informales al trabajo formal. Elaborar políticas públicas para la generación de nuevos empleos.

6. Jerarquizar políticas sociales coordinadas entre todos los niveles del Estado y coordinación interjurisdiccional para abordaje del crimen organizado y el delito complejo.

7. Pensar una Justicia al servicio de todos los ciudadanos, en especial los más vulnerables dotándola de herramientas para garantizar su independencia, imparcialidad, profesionalidad, transparencia y rendición de cuentas. Poner en marcha el nuevo sistema acusatorio.

8. Reformular la matriz productiva de Argentina. El crecimiento no es infinito. El modelo de extracción, producción, consumo y descarte debe ser superado, generando políticas enmarcadas en la transición ecológica.

9. Potenciar la economía social, con particular interés en las soluciones habitacionales con participación asociativa del Estado en sus tres niveles.

10. Sostener la movilidad automática de las jubilaciones y pensiones y garantizar un mínimo compatible con una vida digna.

11. Fortalecer la planificación y las inversiones públicas en ciencia, desarrollo tecnológico e innovación productiva con participación de las universidades, centros de investigación y empresas.

12. Impulsar una política de género que iguale posiciones y oportunidades, con la estrecha relación de salud, cuidado y ambiente.

13. Impulsar el fortalecimiento del Mercosur y retomar el diálogo con todas las naciones hermanas de América Latina. En la puja de gravitación mundial entre EEUU y China es necesario defender el interés local y regional. El aislamiento quita fuerzas.

Creemos necesario pensar entre todos cómo fortalecer las instituciones tanto públicas como privadas. Los y las socialistas estamos convencidos de que toda iniciativa que favorezca la participación contribuye a la mejora. La realidad de hoy es compleja y los argentinos tenemos la obligación de mirar nuestra historia para no volver a cometer los mismos errores.